Cuando un autónomo decide constituir una sociedad, surgen muchas preguntas sobre el manejo de la contabilidad, el uso del local de negocio y otras implicaciones legales y fiscales. Este cambio implica un nuevo marco regulatorio que debe ser entendido para garantizar una transición fluida y evitar problemas futuros.
En este artículo, abordaremos en detalle qué sucede con la contabilidad, los activos y las responsabilidades del autónomo al dar el paso hacia una estructura societaria.
La contabilidad en la transición de autónomo a sociedad
1. Contabilidad del autónomo: régimen simplificado
Como autónomo, la contabilidad suele ser mucho más sencilla que la de una sociedad. En general, se utiliza un sistema basado en la estimación directa o módulos, dependiendo de la actividad.
- Estimación directa: Registro de ingresos y gastos.
- Módulos: Cálculo basado en parámetros como metros del local o potencia eléctrica.
2. Contabilidad de la sociedad: obligatoria y detallada
Al constituir una sociedad, la contabilidad debe ajustarse al Plan General de Contabilidad (PGC), que exige:
- Registro detallado de operaciones.
- Presentación de cuentas anuales.
- Auditorías obligatorias en algunos casos.
Este cambio puede requerir la contratación de un asesor contable o un gestor especializado.
Qué pasa con el local de negocio
1. Local propiedad del autónomo
Si el local es propiedad del autónomo, existen dos opciones principales:
- Venta a la sociedad: El autónomo transfiere la propiedad del local a la sociedad mediante una escritura pública.
- Alquiler a la sociedad: El autónomo conserva la propiedad y establece un contrato de arrendamiento con la sociedad, generando ingresos personales.
2. Local alquilado por el autónomo
Si el local está alquilado, el contrato debe revisarse para determinar si es posible cederlo a la sociedad. Esto generalmente requiere la autorización del propietario.
Implicaciones fiscales y legales
1. Cambios en el modelo tributario
- Como autónomo, tributas por el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas).
- Al crear una sociedad, tributas por el Impuesto de Sociedades, con un tipo fijo que puede ser más ventajoso según los beneficios generados.
2. Responsabilidad limitada
Una de las principales ventajas de la sociedad es la limitación de la responsabilidad. A diferencia del autónomo, donde las deudas pueden afectar el patrimonio personal, en una sociedad las responsabilidades se limitan al capital aportado.
Consejos para una transición exitosa
- Consulta con un asesor especializado: Un profesional te ayudará a elegir la mejor estructura fiscal y a realizar los trámites necesarios.
- Formaliza los cambios por escrito: Cualquier transacción, como la venta o el alquiler del local, debe quedar documentada.
- Planifica los costos: Considera los gastos adicionales, como notarios, asesoría contable y posibles auditorías.
