Incentivos fiscales para empresas de reducida dimensión

Las empresas de reducida dimensión (ERD) disfrutan de una serie de incentivos fiscales diseñados para fomentar su crecimiento y competitividad. Estos beneficios tributarios buscan aliviar la carga fiscal de las pequeñas y medianas empresas (pymes), permitiéndoles reinvertir en su desarrollo. En este artículo, exploraremos detalladamente qué se considera una ERD, los incentivos fiscales disponibles y cómo pueden las empresas aprovechar estas ventajas.

¿Qué es una empresa de reducida dimensión?

Según la normativa fiscal española, una empresa se considera de reducida dimensión cuando el importe neto de su cifra de negocios en el período impositivo inmediato anterior es inferior a 10 millones de euros. Este criterio permite que una amplia gama de pymes se beneficie de los incentivos fiscales diseñados para este segmento empresarial. 

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Principales incentivos fiscales para las ERD

Las ERD pueden acceder a diversos beneficios fiscales que les permiten optimizar su carga tributaria. A continuación, detallamos los más relevantes:

Amortización acelerada y libertad de amortización

Las ERD tienen la posibilidad de aplicar una amortización acelerada o incluso la libertad de amortización en ciertos activos. Esto significa que pueden deducir fiscalmente, de manera más rápida, el desgaste de sus inversiones en inmovilizado material e intangible, lo que reduce la base imponible del Impuesto sobre Sociedades en los primeros años de vida útil del activo.

Reserva de nivelación

Este incentivo permite a las ERD minorizar su base imponible positiva hasta en un 10%, creando una reserva que puede compensar bases imponibles negativas que se generen en los cinco años siguientes. Si no se utilizan en ese período, la empresa deberá revertir la minoración aplicada. 

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Reserva de capitalización

Las ERD pueden reducir su base imponible en un 10% del incremento de sus fondos propios, siempre que dicho incremento se mantenga durante cinco años y se dote una reserva indisponible por el mismo importe. Este incentivo fomenta la autofinanciación y el fortalecimiento patrimonial de las empresas.

Provisiones y gastos de difícil justificación

Las ERD pueden deducir hasta el 1% del saldo de sus deudores comerciales en concepto de provisiones por insolvencias, sin necesidad de justificar caso por caso. Además, se les permite deducir gastos de difícil justificación hasta un límite del 5% del rendimiento neto, con un máximo de 2.000 euros anuales.

Cómo acogerse a estos incentivos

Para beneficiarse de estos incentivos fiscales, las empresas deben:

  1. Verificar su condición de ERD: Asegurarse de que su cifra de negocios en el período impositivo anterior no supera los 10 millones de euros.
  2. Aplicar correctamente los incentivos en su contabilidad: Registrar adecuadamente las operaciones que dan derecho a los beneficios fiscales, cumpliendo con los requisitos legales establecidos.
  3. Presentar la documentación requerida: Mantener actualizada y disponible la documentación que respalde la aplicación de los incentivos, en caso de una eventual inspección fiscal.

Los incentivos fiscales para las empresas de reducida dimensión representan una herramienta valiosa para mejorar la rentabilidad y competitividad de las pymes en España. Sin embargo, es fundamental que las empresas se asesoren correctamente y cumplan con todas las obligaciones formales para evitar contingencias fiscales futuras.

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