Pocos conocen que existe un plazo de tiempo determinado para reclamar dichas prestaciones antes de que prescriban. Esto significa que si no se solicita o reclama dentro del tiempo establecido, se puede perder el derecho a recibirlas.
En este artículo te ofrecemos una guía completa para entender cuándo prescriben las prestaciones de la Seguridad Social, cuáles son los plazos más comunes y qué debes hacer para evitar perder tus derechos. Mantenerte informado es esencial para poder actuar a tiempo y garantizar que recibes las prestaciones a las que tienes derecho.
¿Qué significa que una prestación prescriba?
Cuando hablamos de que una prestación prescribe, nos referimos a que ha pasado un determinado plazo de tiempo sin que el beneficiario la haya solicitado o reclamado. En consecuencia, el derecho a recibir esa prestación se extingue, y la Seguridad Social ya no estará obligada a concederla.
El concepto de prescripción está ligado a la seguridad jurídica: tanto los ciudadanos como las instituciones públicas necesitan que los derechos y obligaciones tengan un límite en el tiempo. Así, la Seguridad Social no puede estar permanentemente sujeta a reclamaciones de prestaciones si los interesados no las solicitan dentro de los plazos fijados por la ley.
¿Cuáles son las prestaciones de la seguridad social que pueden prescribir?
Existen varias prestaciones dentro del sistema de la Seguridad Social que tienen un plazo de prescripción, y entre ellas se incluyen:
- Pensiones de jubilación.
- Prestaciones por incapacidad permanente.
- Prestaciones por maternidad y paternidad.
- Prestaciones por incapacidad temporal (bajas laborales).
- Prestaciones de viudedad y orfandad.
Cada una de estas prestaciones tiene plazos específicos de prescripción que detallaremos más adelante en el artículo.
Plazos de prescripción de las principales prestaciones
El plazo para reclamar las diferentes prestaciones de la Seguridad Social no es homogéneo y varía dependiendo del tipo de prestación. A continuación, te explicamos los plazos de prescripción más relevantes según el tipo de prestación:
1. Prestación de jubilación
La prestación de jubilación es uno de los derechos más esperados por los trabajadores tras años de cotización. Si bien es cierto que la Seguridad Social no exige que se reclame el derecho a la jubilación en un plazo concreto desde el momento en que se alcanza la edad legal, hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Una vez cumplidos los requisitos para jubilarse, si no se solicita la pensión dentro de los 5 años posteriores al hecho causante (generalmente, el cumplimiento de la edad de jubilación), el derecho a percibir los atrasos de la pensión prescribirá. Esto significa que, aunque solicites la pensión más tarde, solo tendrás derecho a cobrar los atrasos de los últimos cinco años.
Por tanto, es recomendable solicitar la pensión de jubilación en cuanto se cumplan las condiciones necesarias para no perder parte de los atrasos acumulados.
2. Prestaciones por incapacidad temporal
La incapacidad temporal es una prestación que cubre las bajas laborales debido a una enfermedad o accidente, ya sea de origen laboral o no. Este tipo de prestación tiene un plazo de prescripción diferente al de las pensiones de jubilación:
- El derecho a reclamar la prestación por incapacidad temporal prescribe a los 4 años desde que se produce el hecho causante, es decir, desde que el trabajador queda incapacitado para el trabajo.
Es importante que, en caso de que sufras una baja laboral, comuniques de inmediato tu situación a la Seguridad Social para no correr el riesgo de perder esta prestación por no actuar a tiempo.
3. Prestaciones por incapacidad permanente
La incapacidad permanente es aquella que se concede cuando una persona, tras haber estado en situación de incapacidad temporal, no puede volver a trabajar de manera definitiva. Esta prestación puede tener diferentes grados (total, parcial, absoluta), y los plazos para reclamarla son los siguientes:
- El derecho a solicitar la prestación por incapacidad permanente prescribe a los 5 años desde el momento en que se reconoce la incapacidad.
Como en el caso de la jubilación, este plazo afecta a los atrasos, por lo que si solicitas la incapacidad después de este tiempo, solo tendrás derecho a percibir las prestaciones de los últimos cinco años.
4. Prestaciones de maternidad, paternidad y viudedad
Las prestaciones por maternidad y paternidad, así como las prestaciones de viudedad y orfandad, también están sujetas a plazos de prescripción. Aunque estas prestaciones suelen solicitarse de manera inmediata, es importante conocer los plazos establecidos:
- Para las prestaciones de maternidad y paternidad, el plazo de prescripción es de 5 años desde el nacimiento del hijo o el inicio del hecho causante (adopción, tutela, etc.).
- En el caso de las prestaciones de viudedad y orfandad, el plazo para solicitarlas es también de 5 años desde la muerte del cónyuge o progenitor.
Es importante resaltar que estos plazos afectan únicamente a la posibilidad de reclamar los atrasos que pudieran corresponder, pero no al derecho a la prestación en sí, que puede reclamarse en cualquier momento.
¿Qué hacer si crees que has perdido el derecho a una prestación?
Si crees que ha pasado el plazo de prescripción para reclamar una prestación de la Seguridad Social, lo primero que debes hacer es consultar a un abogado especializado en derecho laboral o en Seguridad Social. Un experto podrá revisar tu caso y determinar si todavía tienes alguna posibilidad de reclamar.
En algunos casos, es posible que se apliquen circunstancias excepcionales que interrumpan o suspendan el plazo de prescripción. Además, siempre es recomendable presentar una solicitud formal, ya que la Seguridad Social podría reconocer que, aunque el plazo de prescripción haya transcurrido, todavía tienes derecho a recibir una parte de los atrasos acumulados.
Recomendaciones para no perder tus derechos
Para evitar que se te pase el plazo de prescripción de alguna prestación de la Seguridad Social, te ofrecemos algunas recomendaciones prácticas:
- Infórmate y asesórate con tiempo. En cuanto creas que puedes tener derecho a una prestación, consulta con un profesional que te oriente sobre los plazos y requisitos.
- Solicita las prestaciones lo antes posible. No dejes pasar el tiempo; actúa en cuanto cumplas los requisitos necesarios.
- Mantén tu documentación en orden. Asegúrate de tener todos los documentos que necesitas para presentar tu solicitud y, si surge algún inconveniente, estar preparado para defender tu derecho.